GANAR DINERO consejos para mujeres

Si sos capaz de redecorar tu casa con objetos que vos misma diseñaste o hiciste con tus manos, o si podés ir a una fiesta con un vestido al que agregaste un par de detalles, no dudes en usar tu creatividad para ganar dinero. El diseño de bijou, la restauración de muebles o la creación de disfraces son sólo algunas de las opciones. Acá te damos un montón de ideas para empezar tu negocio ya.

Mientras los hombres se deprimen ante la escasez de oferta laboral, y la necesidad de sobrevivir al volante de un taxi los angustia, las mujeres muchas veces sacamos a relucir nuestra fuerza frente a la adversidad. Y, usando el ingenio, podemos llegar a convertir en rentable un pasatiempo y apuntalar la economía familiar.
Seguro que en tu casa hacés algo como nadie, incluso alguna cosa que te vino de familia –como decorar tortas para todos los cumpleaños familiares o renovar algo del guardarropas del año anterior con una idea nueva– y, al verla tan cotidiana, ni te imaginás que atrás puede haber un negocio. El diseño, de cualquier tipo de objeto y con cualquier utilidad, puede ser un éxito. Sólo tenés que buscarle una vuelta a lo que hacés y ver la forma de convertir algo que te da placer en una máquina de hacer plata.
La creatividad es la capacidad de encontrarle un lado diferente a las cosas. Ver lo que nadie vio antes y resolverlo de una manera no tradicional. En esto entran desde las que diseñan ropa a las que reciclan muebles; las que trabajan vidrio o se animan con el hierro; las que pintan madera o renuevan un objeto decorativo pegándole espejitos. No hay una regla, sólo observar, pensar y crear.


PUNTAPIE INICIAL
Primero entrená tu pensamiento. Edward de Bono, uno de los gurúes del pensamiento creativo y autor de títulos como Seis sombreros para pensar o Pensamiento Lateral, afirma que las personas creativas son las que aprendieron a pensar diferente. Existen –según él– cuatro maneras de ser creativo: desordenado, práctico, copión y lírico.
- El desordenado tiene ideas en cualquier lado y le surgen casi naturalmente. La mitad de ellas se le escapan porque no les presta atención. Gracias a la fluidez de su pensamiento desestima muchas y lo hace sin orden, de modo que puede poner en práctica una que no ha sido la mejor.
- El práctico no siempre es prolífico en ideas, pero lo parece porque no olvida ni una sola. Su mayor cualidad es llevarlas a la realidad, aunque en su afán de buscarle la vuelta a todo, puede terminar siendo un caracol y enroscarse en sus propios inventos.
- El copión toma nota de todo lo que pasa a su alrededor porque piensa que para algo siempre le puede servir. Su mayor dificultad suele ser reproducir las ideas, pero su gran ventaja es estar siempre alerta.
- El lírico es el dueño de las grandes ideas, pero le cuesta bajarlas a la realidad. Es súper creativo, pero se excede en sus imposibles. Tiene que aprender a pensar con los pies sobre la tierra.
Un punto clave para elegir qué hacer es darle un valor diferencial a lo tuyo: si hacés algo artesanal, dejale tu marca personal. Nada tiene que ser extremadamente perfecto, vale más el diseño que cualquier otra cosa. ¿Ideas? Hay un montón. Acá van algunas para despertar tu imaginación:
- Carteras de fiesta.
- Chalinas o pashminas estampadas.
- Vajilla decorada a mano o con iniciales.
- Patinado de muebles de pino.
- Maceteros reciclados.
- Armado de ramos florales.
- Juegos de mesa de madera tallada.
- Imanes para heladera de cerámica o vidrio.
- Mini cuadritos (se pueden pintar a mano o hacerlos en base a fotos).
- Espejos de formatos extraños.
- Guardas de azulejos pintadas a mano.
- Cajas de archivo de cartapesta.
- Esculturas de hierro (armate un catálogo para ofrecerlas).
- Restauración a pedido (ofrecete para renovar muebles viejos con algún detalle).
- Ropa interior para talles especiales.
- Anillos de resina.
- Tocados de novia con onda bien moderna.
- Lámparas artesanales.
- Reciclado de botellas como adornos.
- Animate con la goma eva, un material fácil de trabajar.
- Murales a domicilio.
- Restauración de juguetes viejos.
- Marcos artesanales para cuadros.
- Tejido en telar a mano.
- Ropa para fiestas, disfraces o cotillón.
- Vitreaux.
- Almohadones pintados a mano.
- Diseño de zapatos que hagan juego con otros accesorios.
- Diseño de muebles a pedido.
- Diseño de bijou original.


LOS NUMEROS DE LA INVERSION
La inversión inicial de tu negocio depende de qué te dedicarás a hacer. No va a ser lo mismo reciclar muebles viejos que diseñar bijou. Además de los materiales necesarios tenés que calcular el tiempo que te lleva hacerlo. Para bajar costos, hay que buscar mucho. Por ejemplo, en las demoliciones se hacen montones de remates. Ahí, si te dedicás a redecorar muebles, vas a encontrar cientos de productos re-baratos, listos para una “lavada de cara”. También tenés la alternativa de usar cosas no tradicionales. Como una linda banqueta a partir de latas de pintura vacías (las de 20 litros). Por eso tu inversión va a depender mucho de tu imaginación.


PLAN DE TRABAJO
Para que un emprendimiento funcione tenés que elaborar un programa de trabajo. Lo ideal es hacerlo por escrito y seguir un esquema:
- Descripción del emprendimiento: qué se quiere hacer, cómo venderlo, qué packaging se va a utilizar, dónde se va a vender, si se deja en consignación o para revender.
- Estudio de mercado: analizá el entorno que rodea al producto: mercado, competencia, clientes, medios publicitarios, etc.
- Descripción comercial: precios y formas de pago que se aceptarán. Plazos, costos que tendrá el producto y porcentaje de ganancia que esperás.
- Detalles técnicos: incluye los detalles de elaboración -en caso de que fabriques algo- o del proceso de compra. Algunas cuestiones serían: seguridades requeridas para la fabricación, normas respecto a la composición del producto, cantidad de unidades a producir, máquinas necesarias, personal, espacio físico.
- Plan de compras: detallá los cuidados que requieren los materiales que comprás y su durabilidad. Hay productos que se vencen y otros que se deterioran. Cuánto stock es necesario.
- Organización de Recursos Humanos: el plantel de trabajo que vas a necesitar. Incluí a tus proveedores porque de ellos va a depender gran parte de tu éxito. Qué tipo de profesionales, cuál será su dedicación, dónde y cómo seleccionarlos y su remuneración.
- Riesgo: es conveniente que evalúes qué ocurriría si todo sale al revés de lo que esperás. Meditarlo de antemano ayuda a buscar soluciones creativas “en frío”, y no en medio de la tormenta.


COMO SERA EL PRODUCTO
Cualquiera sea el objeto o cosa que decidas inventar, te conviene respetar una serie de normas para no llevarte disgustos después. Estas son:
- El precio: para fijarlo se pueden seguir dos caminos. El primero es investigar el precio de los artículos de la competencia similares al tuyo. En función a ellos y a los agregados del propio producto, se puede establecer un monto. Y el segundo camino es encuestar al público sobre cuánto estaría dispuesto a pagar por un producto con determinadas características especiales. Tené en cuenta que lo artesanal y diferente le da un valor extra.
- Los clientes: hay que determinar primero quiénes son, dónde viven, cómo piensan y actúan, cuáles son sus gustos y, sobre todo, su manera de consumir. De acuerdo al tipo de negocio, los clientes estarán en sitios diferentes. Hay que observar edades, sexo, preferencias, nivel socioeconómico y cultural, costumbres generales y hábitos en relación a lo que se desea venderles. Cuanta mayor información tengas del cliente mejor lo podrás satisfacer, y hacerlo es acrecentar el negocio.
- Packaging: es el modo de presentar el producto. Hoy es fundamental. Las marcas más importantes apuestan a innovar en la imagen de lo que venden más que en el producto mismo. Además de ser atractivo y original, el paquete debe poseer todas las condiciones necesarias para que resguarde al producto adecuadamente. Si apostás a la creatividad del diseño no podés abandonar la imagen de su presentación.
- La distribución: es el modo en que llegará el producto al cliente. Los canales pueden ser venta directa (de mano en mano o de boca en boca), a través de un local propio o vendiéndole a un tercero. También existen las ventas por catálogo y las que se realizan en Internet.


LA PAPELERIA
Para tener tu miniempresa en regla siempre te vas a tener que inscribir en AFIP (la ex DGI). En cualquier sede se puede consultar, según tu dirección, cuál te corresponde. Si trabajás sola podés optar entre ser monotributista o autónomo común (como los de antes). Si elegís la primera forma, tenés que optar entre varias categorías. Estas aumentan su aporte según el importe promedio de las facturas del negocio, el metraje que se va a utilizar y el consumo de luz que tendrá ese lugar. Es posible inscribirse en una categoría y reevaluarla 3 meses después para estar en la correcta. Se paga una cuota mensual fija que equivale a la jubilación y a ganancias. El autónomo tradicional hace esos pagos por separado. No siempre se puede optar, hay que consultar los requisitos de la ley para ser monotributista. En cuanto al IVA, esto depende del tipo de negocio y de los montos que facture. Un Responsable Inscripto (paga IVA mensualmente) usa facturas A para otros responsables y Facturas B para los no responsables o exentos. Los No Inscriptos y los exentos usan siempre factura C. La inscripción se hace en el día.
Si no querés hacerlo sola y armás una sociedad tenés que contratar un abogado que la inscribirá en el Registro Público de Comercio. El trámite total cuesta alrededor de $900. Además hay que depositar en el Banco Nación un 10 % del capital que se establece para iniciar el negocio. Este importe luego se reintegra. El trámite demora una semana.
Si estás creando algo totalmente nuevo y le vas a poner tu toque personal, te conviene registrarlo como marca. Para eso tenés que ir a Paseo Colón 717, Tel.: 0800-222-4674. El costo ronda los $100 y el trámite se hace en un día.


Flavia Tomaello


COMO BUSCAR IDEAS

Estas actitudes te pueden ayudar a conseguir nuevas ideas:
Asociar: un producto con otro, una situación con otra y obtener algo diferente.
COMBINar: lo que se sabe con lo que otros hacen.
ADAPTAr: las ideas ajenas o lo detectado en otros mercados.
AUMENTAr: las variantes de un producto.
SUSTITUIr: un producto por otro.
REORGANIZAr: un emprendimiento que podría andar mejor.
PREGUNTAR: a otros sobre lo que esperan de un producto.
INVENTAr: dejar volar la imaginación hacia cosas desconocidas.
RELACIONAr: una persona con una necesidad y con el producto que la puede satisfacer.


PASOS PARA EMPEZAR TU NEGOCIO

- Escribí todas las actividades que sabés hacer, tomate unos días para completar la lista.
- Seleccioná las que te produzcan mayor placer.
- De las elegidas, descartá las que ya son cubiertas por marcas conocidas o hay muchas en el mercado.
- Eliminá las que no creés que tendrían muchos compradores interesados.
- Enumerá posibles valores extras que tendría tu producto.
- Durante todos estos pasos, podés ir descubriendo nuevas necesidades del mercado: aprovechalas.


TEST

Evaluá tu imaginación
Seleccioná alguna de las siguientes alternativas:
1. Cuando salís de compras
A: comprás prendas de última moda que nunca te animás a usar.
B: te inspirás en lo que ves en las revistas.
C: salís con la idea precisa de lo que querés.
D: fácilmente elegís algo para llevarte sin caminar demasiado.

2. La decoración de tu casa se basa en:
A: lo que siempre soñaste tener.
B: lo que te recomendó tu diseñador personal.
C: lo que usás normalmente para tu vida cotidiana.
D: lo que fuiste acumulando a lo largo de los años.

3. Si tuvieras que escribir un libro empezarías por:
A: encontrar el título justo.
B: leer lo que ya se escribió sobre el tema.
C: buscar información.
D: sentarte y escribir.

4. Los mejores negocios son:
A: los que tienen cosas originales.
B: los que tienen lo último.
C: los que te permiten encontrar justo lo que necesitás.
D: los que siempre tienen cosas nuevas para ver.

5. La gente que tiene mucho dinero:
A: soñó con una gran empresa.
B: lo heredó.
C: se esforzó mucho y la pegó con el momento.
D: tuvo suerte.

6. Si tenés que cocinar para una reunión de amigos:
A: sacás a relucir el recetario de la abuela.
B: comprás todo en la rotisería y lo servís como si lo hubieras
cocinado vos.
C: hacés varios platitos con cosas ricas.
D: pedís unas pizzas y listo.


Respuestas
l Mayoría de respuestas A: pertenecés al tipo de pensadores
líricos. Tus ideas son demasiado producidas. Tendrías que aprender
a darles un toque de realismo sin necesariamente descartarlas.
Tu verdadero trabajo sería encontrarles el modo de llevarlas
a la práctica o buscar a la persona con la que puedas asociarse para que concrete lo que vos creás.
l Mayoría de respuestas B: sos una copiona nata. No es malo,
no te asustes. Si algo es bueno, ¿por qué no imitarlo? Sería malo si sos de las que repiten las experiencias por que sí, sin analizarlas.
Para que todo salga bien, investigá antes de poner tu idea en práctica.
Y tratá de agregarle tu toque personal.
l Mayoría de respuestas C: estás muy bien preparada para
los negocios porque sos sumamente práctica, pero las buenas ideas necesitan una cuota de delirio. Animate a volar más. Jugá con lo
que te gustaría y no sólo con lo posible.
l Mayoría de respuestas D: podrías ser súper exitosa pero sos demasiado desordenada. Si te va bien siendo como sos, imaginate a dónde podrías llegar con un poco de organización. Tenés que adquirir método; practicá empezando a anotar todo, tratá de llevar algunos números del negocio, incorporá una agenda donde escribas cada cosa que se te ocurre. No dejes pasar las ideas, cada una de ellas es dinero.

fuente: parati.com.ar

Si sos capaz de redecorar tu casa con objetos que vos misma diseñaste o hiciste con tus manos, o si podés ir a una fiesta con un vestido al que agregaste un par de detalles, no dudes en usar tu creatividad para ganar dinero. El diseño de bijou, la restauración de muebles o la creación de disfraces son sólo algunas de las opciones. Acá te damos un montón de ideas para empezar tu negocio ya.

Mientras los hombres se deprimen ante la escasez de oferta laboral, y la necesidad de sobrevivir al volante de un taxi los angustia, las mujeres muchas veces sacamos a relucir nuestra fuerza frente a la adversidad. Y, usando el ingenio, podemos llegar a convertir en rentable un pasatiempo y apuntalar la economía familiar.
Seguro que en tu casa hacés algo como nadie, incluso alguna cosa que te vino de familia –como decorar tortas para todos los cumpleaños familiares o renovar algo del guardarropas del año anterior con una idea nueva– y, al verla tan cotidiana, ni te imaginás que atrás puede haber un negocio. El diseño, de cualquier tipo de objeto y con cualquier utilidad, puede ser un éxito. Sólo tenés que buscarle una vuelta a lo que hacés y ver la forma de convertir algo que te da placer en una máquina de hacer plata.
La creatividad es la capacidad de encontrarle un lado diferente a las cosas. Ver lo que nadie vio antes y resolverlo de una manera no tradicional. En esto entran desde las que diseñan ropa a las que reciclan muebles; las que trabajan vidrio o se animan con el hierro; las que pintan madera o renuevan un objeto decorativo pegándole espejitos. No hay una regla, sólo observar, pensar y crear.


PUNTAPIE INICIAL
Primero entrená tu pensamiento. Edward de Bono, uno de los gurúes del pensamiento creativo y autor de títulos como Seis sombreros para pensar o Pensamiento Lateral, afirma que las personas creativas son las que aprendieron a pensar diferente. Existen –según él– cuatro maneras de ser creativo: desordenado, práctico, copión y lírico.
- El desordenado tiene ideas en cualquier lado y le surgen casi naturalmente. La mitad de ellas se le escapan porque no les presta atención. Gracias a la fluidez de su pensamiento desestima muchas y lo hace sin orden, de modo que puede poner en práctica una que no ha sido la mejor.
- El práctico no siempre es prolífico en ideas, pero lo parece porque no olvida ni una sola. Su mayor cualidad es llevarlas a la realidad, aunque en su afán de buscarle la vuelta a todo, puede terminar siendo un caracol y enroscarse en sus propios inventos.
- El copión toma nota de todo lo que pasa a su alrededor porque piensa que para algo siempre le puede servir. Su mayor dificultad suele ser reproducir las ideas, pero su gran ventaja es estar siempre alerta.
- El lírico es el dueño de las grandes ideas, pero le cuesta bajarlas a la realidad. Es súper creativo, pero se excede en sus imposibles. Tiene que aprender a pensar con los pies sobre la tierra.
Un punto clave para elegir qué hacer es darle un valor diferencial a lo tuyo: si hacés algo artesanal, dejale tu marca personal. Nada tiene que ser extremadamente perfecto, vale más el diseño que cualquier otra cosa. ¿Ideas? Hay un montón. Acá van algunas para despertar tu imaginación:
- Carteras de fiesta.
- Chalinas o pashminas estampadas.
- Vajilla decorada a mano o con iniciales.
- Patinado de muebles de pino.
- Maceteros reciclados.
- Armado de ramos florales.
- Juegos de mesa de madera tallada.
- Imanes para heladera de cerámica o vidrio.
- Mini cuadritos (se pueden pintar a mano o hacerlos en base a fotos).
- Espejos de formatos extraños.
- Guardas de azulejos pintadas a mano.
- Cajas de archivo de cartapesta.
- Esculturas de hierro (armate un catálogo para ofrecerlas).
- Restauración a pedido (ofrecete para renovar muebles viejos con algún detalle).
- Ropa interior para talles especiales.
- Anillos de resina.
- Tocados de novia con onda bien moderna.
- Lámparas artesanales.
- Reciclado de botellas como adornos.
- Animate con la goma eva, un material fácil de trabajar.
- Murales a domicilio.
- Restauración de juguetes viejos.
- Marcos artesanales para cuadros.
- Tejido en telar a mano.
- Ropa para fiestas, disfraces o cotillón.
- Vitreaux.
- Almohadones pintados a mano.
- Diseño de zapatos que hagan juego con otros accesorios.
- Diseño de muebles a pedido.
- Diseño de bijou original.


LOS NUMEROS DE LA INVERSION
La inversión inicial de tu negocio depende de qué te dedicarás a hacer. No va a ser lo mismo reciclar muebles viejos que diseñar bijou. Además de los materiales necesarios tenés que calcular el tiempo que te lleva hacerlo. Para bajar costos, hay que buscar mucho. Por ejemplo, en las demoliciones se hacen montones de remates. Ahí, si te dedicás a redecorar muebles, vas a encontrar cientos de productos re-baratos, listos para una “lavada de cara”. También tenés la alternativa de usar cosas no tradicionales. Como una linda banqueta a partir de latas de pintura vacías (las de 20 litros). Por eso tu inversión va a depender mucho de tu imaginación.


PLAN DE TRABAJO
Para que un emprendimiento funcione tenés que elaborar un programa de trabajo. Lo ideal es hacerlo por escrito y seguir un esquema:
- Descripción del emprendimiento: qué se quiere hacer, cómo venderlo, qué packaging se va a utilizar, dónde se va a vender, si se deja en consignación o para revender.
- Estudio de mercado: analizá el entorno que rodea al producto: mercado, competencia, clientes, medios publicitarios, etc.
- Descripción comercial: precios y formas de pago que se aceptarán. Plazos, costos que tendrá el producto y porcentaje de ganancia que esperás.
- Detalles técnicos: incluye los detalles de elaboración -en caso de que fabriques algo- o del proceso de compra. Algunas cuestiones serían: seguridades requeridas para la fabricación, normas respecto a la composición del producto, cantidad de unidades a producir, máquinas necesarias, personal, espacio físico.
- Plan de compras: detallá los cuidados que requieren los materiales que comprás y su durabilidad. Hay productos que se vencen y otros que se deterioran. Cuánto stock es necesario.
- Organización de Recursos Humanos: el plantel de trabajo que vas a necesitar. Incluí a tus proveedores porque de ellos va a depender gran parte de tu éxito. Qué tipo de profesionales, cuál será su dedicación, dónde y cómo seleccionarlos y su remuneración.
- Riesgo: es conveniente que evalúes qué ocurriría si todo sale al revés de lo que esperás. Meditarlo de antemano ayuda a buscar soluciones creativas “en frío”, y no en medio de la tormenta.


COMO SERA EL PRODUCTO
Cualquiera sea el objeto o cosa que decidas inventar, te conviene respetar una serie de normas para no llevarte disgustos después. Estas son:
- El precio: para fijarlo se pueden seguir dos caminos. El primero es investigar el precio de los artículos de la competencia similares al tuyo. En función a ellos y a los agregados del propio producto, se puede establecer un monto. Y el segundo camino es encuestar al público sobre cuánto estaría dispuesto a pagar por un producto con determinadas características especiales. Tené en cuenta que lo artesanal y diferente le da un valor extra.
- Los clientes: hay que determinar primero quiénes son, dónde viven, cómo piensan y actúan, cuáles son sus gustos y, sobre todo, su manera de consumir. De acuerdo al tipo de negocio, los clientes estarán en sitios diferentes. Hay que observar edades, sexo, preferencias, nivel socioeconómico y cultural, costumbres generales y hábitos en relación a lo que se desea venderles. Cuanta mayor información tengas del cliente mejor lo podrás satisfacer, y hacerlo es acrecentar el negocio.
- Packaging: es el modo de presentar el producto. Hoy es fundamental. Las marcas más importantes apuestan a innovar en la imagen de lo que venden más que en el producto mismo. Además de ser atractivo y original, el paquete debe poseer todas las condiciones necesarias para que resguarde al producto adecuadamente. Si apostás a la creatividad del diseño no podés abandonar la imagen de su presentación.
- La distribución: es el modo en que llegará el producto al cliente. Los canales pueden ser venta directa (de mano en mano o de boca en boca), a través de un local propio o vendiéndole a un tercero. También existen las ventas por catálogo y las que se realizan en Internet.


LA PAPELERIA
Para tener tu miniempresa en regla siempre te vas a tener que inscribir en AFIP (la ex DGI). En cualquier sede se puede consultar, según tu dirección, cuál te corresponde. Si trabajás sola podés optar entre ser monotributista o autónomo común (como los de antes). Si elegís la primera forma, tenés que optar entre varias categorías. Estas aumentan su aporte según el importe promedio de las facturas del negocio, el metraje que se va a utilizar y el consumo de luz que tendrá ese lugar. Es posible inscribirse en una categoría y reevaluarla 3 meses después para estar en la correcta. Se paga una cuota mensual fija que equivale a la jubilación y a ganancias. El autónomo tradicional hace esos pagos por separado. No siempre se puede optar, hay que consultar los requisitos de la ley para ser monotributista. En cuanto al IVA, esto depende del tipo de negocio y de los montos que facture. Un Responsable Inscripto (paga IVA mensualmente) usa facturas A para otros responsables y Facturas B para los no responsables o exentos. Los No Inscriptos y los exentos usan siempre factura C. La inscripción se hace en el día.
Si no querés hacerlo sola y armás una sociedad tenés que contratar un abogado que la inscribirá en el Registro Público de Comercio. El trámite total cuesta alrededor de $900. Además hay que depositar en el Banco Nación un 10 % del capital que se establece para iniciar el negocio. Este importe luego se reintegra. El trámite demora una semana.
Si estás creando algo totalmente nuevo y le vas a poner tu toque personal, te conviene registrarlo como marca. Para eso tenés que ir a Paseo Colón 717, Tel.: 0800-222-4674. El costo ronda los $100 y el trámite se hace en un día.


Flavia Tomaello


COMO BUSCAR IDEAS

Estas actitudes te pueden ayudar a conseguir nuevas ideas:
Asociar: un producto con otro, una situación con otra y obtener algo diferente.
COMBINar: lo que se sabe con lo que otros hacen.
ADAPTAr: las ideas ajenas o lo detectado en otros mercados.
AUMENTAr: las variantes de un producto.
SUSTITUIr: un producto por otro.
REORGANIZAr: un emprendimiento que podría andar mejor.
PREGUNTAR: a otros sobre lo que esperan de un producto.
INVENTAr: dejar volar la imaginación hacia cosas desconocidas.
RELACIONAr: una persona con una necesidad y con el producto que la puede satisfacer.


PASOS PARA EMPEZAR TU NEGOCIO

- Escribí todas las actividades que sabés hacer, tomate unos días para completar la lista.
- Seleccioná las que te produzcan mayor placer.
- De las elegidas, descartá las que ya son cubiertas por marcas conocidas o hay muchas en el mercado.
- Eliminá las que no creés que tendrían muchos compradores interesados.
- Enumerá posibles valores extras que tendría tu producto.
- Durante todos estos pasos, podés ir descubriendo nuevas necesidades del mercado: aprovechalas.


TEST

Evaluá tu imaginación
Seleccioná alguna de las siguientes alternativas:
1. Cuando salís de compras
A: comprás prendas de última moda que nunca te animás a usar.
B: te inspirás en lo que ves en las revistas.
C: salís con la idea precisa de lo que querés.
D: fácilmente elegís algo para llevarte sin caminar demasiado.

2. La decoración de tu casa se basa en:
A: lo que siempre soñaste tener.
B: lo que te recomendó tu diseñador personal.
C: lo que usás normalmente para tu vida cotidiana.
D: lo que fuiste acumulando a lo largo de los años.

3. Si tuvieras que escribir un libro empezarías por:
A: encontrar el título justo.
B: leer lo que ya se escribió sobre el tema.
C: buscar información.
D: sentarte y escribir.

4. Los mejores negocios son:
A: los que tienen cosas originales.
B: los que tienen lo último.
C: los que te permiten encontrar justo lo que necesitás.
D: los que siempre tienen cosas nuevas para ver.

5. La gente que tiene mucho dinero:
A: soñó con una gran empresa.
B: lo heredó.
C: se esforzó mucho y la pegó con el momento.
D: tuvo suerte.

6. Si tenés que cocinar para una reunión de amigos:
A: sacás a relucir el recetario de la abuela.
B: comprás todo en la rotisería y lo servís como si lo hubieras
cocinado vos.
C: hacés varios platitos con cosas ricas.
D: pedís unas pizzas y listo.


Respuestas
l Mayoría de respuestas A: pertenecés al tipo de pensadores
líricos. Tus ideas son demasiado producidas. Tendrías que aprender
a darles un toque de realismo sin necesariamente descartarlas.
Tu verdadero trabajo sería encontrarles el modo de llevarlas
a la práctica o buscar a la persona con la que puedas asociarse para que concrete lo que vos creás.
l Mayoría de respuestas B: sos una copiona nata. No es malo,
no te asustes. Si algo es bueno, ¿por qué no imitarlo? Sería malo si sos de las que repiten las experiencias por que sí, sin analizarlas.
Para que todo salga bien, investigá antes de poner tu idea en práctica.
Y tratá de agregarle tu toque personal.
l Mayoría de respuestas C: estás muy bien preparada para
los negocios porque sos sumamente práctica, pero las buenas ideas necesitan una cuota de delirio. Animate a volar más. Jugá con lo
que te gustaría y no sólo con lo posible.
l Mayoría de respuestas D: podrías ser súper exitosa pero sos demasiado desordenada. Si te va bien siendo como sos, imaginate a dónde podrías llegar con un poco de organización. Tenés que adquirir método; practicá empezando a anotar todo, tratá de llevar algunos números del negocio, incorporá una agenda donde escribas cada cosa que se te ocurre. No dejes pasar las ideas, cada una de ellas es dinero.

fuente: parati.com.ar

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