Cómo será el proximo año
Empresarios y economistas coinciden en que el año que viene habrá un crecimiento, pero menor al que se proyecta oficialmente.
Aunque con algún escepticismo de por medio, la mayor parte de las opiniones de empresarios y economistas recogidas por NEGOCIOS estima que el crecimiento de la economía argentina estará por debajo de la pauta establecida en el proyecto de Ley de Presupuesto que está en el Congreso.
¿Pesimismo generalizado? Los consultados coinciden en que no es fácil el pronóstico y aceptan que las elecciones imponen un parate importante. Agostino Rocca, presidente de Techint, lo enfoca desde el lado de la confianza: los individuos postergan las compras de bienes durables y las empresas que afrontan un alto costo de capital también dilatan los proyectos de inversión.
Algo más esperanzado, el CEO de Consolidar, Carlos Peguet, apunta a un crecimiento de 4 por ciento y sustenta su argumento tanto en factores externos como locales. "Por el lado internacional, será el aumento de los precios de los commodities, la reversión en los términos del intercambio y la recuperación de las economías asiáticas, lo que unido a una mejora en el riesgo país de la Argentina y a la probable implementación de un programa consistente y creíble, hará que se aliente la inversión y se quiebre la tendencia deflacionaria", sostiene Peguet.
A pesar de algunas pequeñas discrepancias, tanto empresarios como economistas esperan que el nivel de precios se modifique muy levemente y sea, en el 2000, algo superior a los números negativos que mostraron los primeros meses de 1999. La coincidencia en este punto está relacionada con la mejora en la economía que, obligadamente, llevará a un recalentamiento de la inflación, para ubicarla en niveles similares a los que hoy tienen, por ejemplo, los Estados Unidos.
Pero donde las coincidencias llegan a 100 por ciento, es en el tema del tipo de cambio. Ninguno de quienes respondieron a la encuesta firma sobre un pedestal la inamovilidad del peso respecto del dólar, pero todos coinciden en que no hay señales que puedan a llevar a tocar la paridad. Daniel Artana, economista jefe de FIEL, utiliza un ejemplo más que valedero: "el primer efecto de una devaluación sería la inmediata quiebra del Estado argentino que tiene más de 90 por ciento de su deuda nominada en dólares, y algo similar sucedería con el sector privado, aunque en menor medida". El economista Miguel Angel Broda concuerda: "La mayor probabilidad es que la Argentina mantenga la convertibilidad. Si llegase a haber una devaluación, ésta no se generará por la decisión del Gobierno".
MARTIN GUPPY
Producción de la encuesta: Rosa Londra, Carla Quiroga y Victoria Pellegrinelli
Aunque con algún escepticismo de por medio, la mayor parte de las opiniones de empresarios y economistas recogidas por NEGOCIOS estima que el crecimiento de la economía argentina estará por debajo de la pauta establecida en el proyecto de Ley de Presupuesto que está en el Congreso.
¿Pesimismo generalizado? Los consultados coinciden en que no es fácil el pronóstico y aceptan que las elecciones imponen un parate importante. Agostino Rocca, presidente de Techint, lo enfoca desde el lado de la confianza: los individuos postergan las compras de bienes durables y las empresas que afrontan un alto costo de capital también dilatan los proyectos de inversión.
Algo más esperanzado, el CEO de Consolidar, Carlos Peguet, apunta a un crecimiento de 4 por ciento y sustenta su argumento tanto en factores externos como locales. "Por el lado internacional, será el aumento de los precios de los commodities, la reversión en los términos del intercambio y la recuperación de las economías asiáticas, lo que unido a una mejora en el riesgo país de la Argentina y a la probable implementación de un programa consistente y creíble, hará que se aliente la inversión y se quiebre la tendencia deflacionaria", sostiene Peguet.
A pesar de algunas pequeñas discrepancias, tanto empresarios como economistas esperan que el nivel de precios se modifique muy levemente y sea, en el 2000, algo superior a los números negativos que mostraron los primeros meses de 1999. La coincidencia en este punto está relacionada con la mejora en la economía que, obligadamente, llevará a un recalentamiento de la inflación, para ubicarla en niveles similares a los que hoy tienen, por ejemplo, los Estados Unidos.
Pero donde las coincidencias llegan a 100 por ciento, es en el tema del tipo de cambio. Ninguno de quienes respondieron a la encuesta firma sobre un pedestal la inamovilidad del peso respecto del dólar, pero todos coinciden en que no hay señales que puedan a llevar a tocar la paridad. Daniel Artana, economista jefe de FIEL, utiliza un ejemplo más que valedero: "el primer efecto de una devaluación sería la inmediata quiebra del Estado argentino que tiene más de 90 por ciento de su deuda nominada en dólares, y algo similar sucedería con el sector privado, aunque en menor medida". El economista Miguel Angel Broda concuerda: "La mayor probabilidad es que la Argentina mantenga la convertibilidad. Si llegase a haber una devaluación, ésta no se generará por la decisión del Gobierno".
MARTIN GUPPY
Producción de la encuesta: Rosa Londra, Carla Quiroga y Victoria Pellegrinelli
| LA OPINION DE LOS QUE DECIDEN | |||
| PBI | INFLACION | TIPO DE CAMBIO | |
| EMPRESARIOS | |||
 Arturo Acevedo | 3,0 % | igual | igual |
 Oscar Girola | entre 1,0 y 2,0 % | 3% | igual |
 Ricardo Guitart | 1,5 a 2,5 % | 3% | igual |
 Horacio Liendo | 2,0% | 0% | igual |
 Carlos Peguet | 4,0% | en aumento | igual |
 Fernando Ponasso | 2,0 % | igual | igual |
 Agostino Rocca | 3,0% | entre 0 y 1,0 % | igual |
 Aldo Roggio | 2,0 % | igual | igual |
 Jorge Romnero Vagni | 2,0 a 3,0% | igual | igual |
 Manuel Sacerdote | 3,0 y 4,0 % | 1,0 y 2,0 % | igual |
 Woods Staton | 3,0% | 1,0% | igual |
| ECONOMISTAS | |||
 Daniel Artana | 2,0% | 0,50% | igual |
 Roberto Alemann | NR | entre 0 y 1,0% | igual |
 Miguel Angel Broda | 2,0 a 3,0 % | 0% | igual |
 Orlando Ferreres | 3,50% | 1,20% | igual |
 Roberto Lavagna | 2,50% | 1,50% | igual |
Empresarios y economistas coinciden en que el año que viene habrá un crecimiento, pero menor al que se proyecta oficialmente.
Aunque con algún escepticismo de por medio, la mayor parte de las opiniones de empresarios y economistas recogidas por NEGOCIOS estima que el crecimiento de la economía argentina estará por debajo de la pauta establecida en el proyecto de Ley de Presupuesto que está en el Congreso.
¿Pesimismo generalizado? Los consultados coinciden en que no es fácil el pronóstico y aceptan que las elecciones imponen un parate importante. Agostino Rocca, presidente de Techint, lo enfoca desde el lado de la confianza: los individuos postergan las compras de bienes durables y las empresas que afrontan un alto costo de capital también dilatan los proyectos de inversión.
Algo más esperanzado, el CEO de Consolidar, Carlos Peguet, apunta a un crecimiento de 4 por ciento y sustenta su argumento tanto en factores externos como locales. "Por el lado internacional, será el aumento de los precios de los commodities, la reversión en los términos del intercambio y la recuperación de las economías asiáticas, lo que unido a una mejora en el riesgo país de la Argentina y a la probable implementación de un programa consistente y creíble, hará que se aliente la inversión y se quiebre la tendencia deflacionaria", sostiene Peguet.
A pesar de algunas pequeñas discrepancias, tanto empresarios como economistas esperan que el nivel de precios se modifique muy levemente y sea, en el 2000, algo superior a los números negativos que mostraron los primeros meses de 1999. La coincidencia en este punto está relacionada con la mejora en la economía que, obligadamente, llevará a un recalentamiento de la inflación, para ubicarla en niveles similares a los que hoy tienen, por ejemplo, los Estados Unidos.
Pero donde las coincidencias llegan a 100 por ciento, es en el tema del tipo de cambio. Ninguno de quienes respondieron a la encuesta firma sobre un pedestal la inamovilidad del peso respecto del dólar, pero todos coinciden en que no hay señales que puedan a llevar a tocar la paridad. Daniel Artana, economista jefe de FIEL, utiliza un ejemplo más que valedero: "el primer efecto de una devaluación sería la inmediata quiebra del Estado argentino que tiene más de 90 por ciento de su deuda nominada en dólares, y algo similar sucedería con el sector privado, aunque en menor medida". El economista Miguel Angel Broda concuerda: "La mayor probabilidad es que la Argentina mantenga la convertibilidad. Si llegase a haber una devaluación, ésta no se generará por la decisión del Gobierno".
MARTIN GUPPY
Producción de la encuesta: Rosa Londra, Carla Quiroga y Victoria Pellegrinelli
| LA OPINION DE LOS QUE DECIDEN | |||
| PBI | INFLACION | TIPO DE CAMBIO | |
| EMPRESARIOS | |||
Arturo Acevedo | 3,0 % | igual | igual |
Oscar Girola | entre 1,0 y 2,0 % | 3% | igual |
Ricardo Guitart | 1,5 a 2,5 % | 3% | igual |
Horacio Liendo | 2,0% | 0% | igual |
Carlos Peguet | 4,0% | en aumento | igual |
Fernando Ponasso | 2,0 % | igual | igual |
Agostino Rocca | 3,0% | entre 0 y 1,0 % | igual |
Aldo Roggio | 2,0 % | igual | igual |
Jorge Romnero Vagni | 2,0 a 3,0% | igual | igual |
Manuel Sacerdote | 3,0 y 4,0 % | 1,0 y 2,0 % | igual |
Woods Staton | 3,0% | 1,0% | igual |
| ECONOMISTAS | |||
Daniel Artana | 2,0% | 0,50% | igual |
Roberto Alemann | NR | entre 0 y 1,0% | igual |
Miguel Angel Broda | 2,0 a 3,0 % | 0% | igual |
Orlando Ferreres | 3,50% | 1,20% | igual |
Roberto Lavagna | 2,50% | 1,50% | igual |
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